Ser saludable es un proceso que cuesta caro, requiere
sacrificio, disciplina y esfuerzo, pero no serlo cuesta muchísimo más. La salud es un proceso de años y el resultado
del cuidado y atención que pongas a tus habidos de vida. Sé por experiencia propia que dejar la cama a
las 5:30 AM para salir a correr, comer alimentos nutritivos a la hora
apropiada, tomar 8 vasos de agua y dormir 8 horas diarias son condiciones
escabrosas, pero no tienes opción, estos son los hábitos que te mantendrán
saludable y sin achaques por muchos años. En Éxodo
23:25 la biblia nos dice “Mas a
Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré
toda enfermedad de en medio de ti.” La vida sin enfermedades
es resultado de que tu pan y tus aguas sean bendecidas. La bendición de Dios no es solo para tus
finanzas y tus relaciones familiares, es primero para tu vida personal; que
comas nutritivamente y te comportes como una mujer saludable es parte de la
bendición de Dios para ti. Esta
bendición se manifestará por la vida saludable que tu practiques. Aprende a vivir bien, vive más, vive plena,
¡vive como una mujer saludable!
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