Aunque parezca
una locura la capacidad de amar es un asunto que se aprende. Debido a que en el amor están involucradas
principalmente nuestras emociones, hemos confundido el amor con sentimientos,
olvidando con facilidad lo racional, lo intencional y lo espiritual del amor. Pero amor, es más que hormonas alborotadas,
mariposas en el estómago y corazón acelerado.
El amor implica voluntad y lealtad, aun en circunstancias adversas el
amor permanece fuerte y fiel, el amor requiere sabiduría y perseverancia, es
aprender a amar a pesar de las dificultades. El amor es un regalo que hemos
recibido de Dios, si tenemos a Dios en nuestra vida, estamos llenas de amor,
porque Dios es amor. Una mujer que sabe
amar no se envanece del amor que tiene, ni es controladora de la persona amada,
ni tiene un amor loco y desenfrenado que no conoce límites. La capacidad de
amar es un arte, se desarrolla poco a poco, y se fortalece en la
adversidad. El amor no busca su propio
bien, busca el bien del ser amado, es paciente, dispuesto a sufrir, lo espera
todo y ama a pesar de…. solo Dios puede
darnos la capacidad de amar así y convertirnos en una mujer que sabe amar.
“Y nosotros hemos conocido y
creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que
permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” 1ª. de Juan 4:16
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