jueves, 11 de mayo de 2017

MADRES DE CORAZON


Las mujeres fueron dotadas con un corazón de madre. En cada una de las mujeres hay en poco o en mucho, la esencia maternal.  No necesitan tener hijos propios para manifestar ese don maternal, ni necesitan tener a sus hijos cerca para ser mamas.  Las mujeres nutren y dan amor,  cuidan del necesitado y del que está enfermo, dan al hambriento y al que pasa escasez, porque tienen un corazón para ello.  La maternidad es cosa del corazón, no del título social o biológico.  

La maternidad está en el corazón y se desarrolla educando, alimentando, nutriendo y consolando a otros.  Una mujer puede sentirse realizada  cuando deja que su corazón de madre se desarrolle y puede con amor dar de su vida a otros, en especial a los más pequeños y vulnerables como son los niños y niñas.  El amor hace que exista un anhelo por ver a las nuevas generaciones adquiriendo más educación, y  creciendo con valores firmes e integridad.  Es importante para la sociedad percatarse que la continuidad de la vida, está en manos de las mujeres, debido al instinto maternal.  La crianza de los hijos en una cultura de paz, la buena nutrición de las generaciones venideras está en manos de mujeres debido a su corazón de madres.   
Las mujeres se gozan en ser madres, porque les permite reproducirse en otros, ya sean tías, abuelas, madres o hermanas todas de algún modo le hacen de mamas de corazón y tienen la responsabilidad de criar y nutrir generaciones más sanas, más temerosas de Dios y más dispuestas a hacer el bien.  La maternidad está en el corazón de mujeres comprometidas a perpetuar una vida de fe y temor de Dios.  Hacer el papel de madre de corazón promete generaciones que honren a Dios y cumplan sus mandamientos! 

 “Él hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya”.   
Salmos 113:9