lunes, 12 de septiembre de 2016

MUJERES QUE ESCUCHAN.......



Oír y escuchar no es lo mismo…  Generalmente estamos oyendo a alguien pero no escuchando lo que nos dice, porque simplemente no sucede el proceso de interpretación.  El proceso de escucha requiere interpretación y análisis mental.  Las personas comúnmente estamos acostumbradas a oír pero no a escuchar, ya que el escuchar es un desafío que requiere atención y estado de alerta.  Las mujeres normalmente están distraídas con muchos pensamientos a la vez,  tiene otras prioridades que les quitan la atención, y por eso con frecuencia oyen pero no escuchan, o escuchan parcialmente.  En las relaciones interpersonales la comunicación es uno de los principales problemas, porque la mayoría de veces las personas se oyen pero no se escuchan.  Por eso el Señor Jesús señalaba diciendo en  Mateo 13:9  “El que tiene oídos para oír, oiga.”  Lo cual significa  que tengan oídos atentos, que tenga oídos espirituales, no se refería a oídos o sentidos auditivos físicos, sino a tener oídos espirituales para entender el mensaje. Aquellos que no tuvieran su corazón y su mente dispuesta, no podrían interpretar la enseñanza que Jesús les estaba dando. La escucha es una virtud que requiere habilidad, la cual debemos aprender a desarrollar. Las mujeres particularmente,  nos gusta hablar mucho, porque somos rápidas  en generar ideas y en tener respuestas, y cuando una persona habla puede hacer otras cosas, menos una: escuchar.  Cuando hablamos no podemos escuchar. Una persona puede por ejemplo hablar por teléfono y salir a caminar,  o hablar con su mejor amiga y cocinar, o estar conversando y a la vez tejiendo.  Pero lo que seguramente no se puede hacer es hablar y escuchar al mismo tiempo.  Son acciones mutuamente excluyentes,  debemos aprender a hablar, primero aprendiendo a escuchar.  La escucha es una virtud que aumenta la sabiduría y el deseo de vivir, porque dejas de pensar en ti, te desconcentras de ti mismo y tus necesidades  y le das importancia a otra persona, a quien escuchas.  Cuando se escucha a alguien se le da honra, poniendo atención a lo que te está diciendo. De igual modo pasa con tu relación con Dios, le damos honra cuando lo escuchamos.   Generalmente nos presentamos ante Dios igual que ante una persona,  queremos hablar y hablar. Cuando  oramos contamos nuestras quejas, traemos nuestras peticiones  y ruegos, pero nos olvidamos de escuchar.  Estamos tan ocupadas hablando que no damos oportunidad de que Dios nos hable. Las mujeres rara vez estamos listas para callar y escuchar con atención la instrucción de Dios.  Cuando escuchamos atentamente a Dios, le mostramos a Dios que El verdaderamente nos importa. Es como decir al Señor: “me importa lo que me dices, y deseo entender para obedecerte. Quiero agradarte y por eso necesito saber qué es lo que te agrada quiero conocerte más y la manera de conocerte es escucharte atentamente, Señor.”   Escuchar con atención a Dios, trae como resultado obediencia y por consiguiente bendición. Las bendiciones de Dios siempre empiezan con una acción la cual es escuchar!



 “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy  también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”.    Deuteronomio 28:1



TE INVITAMOS A NUESTRO PROXIMO DESAYUNO:

Tema:                   Mujeres que Escuchan 
Fecha:                  Sábado 24 Septiembre 2016
Hora:                    8:00 AM
Lugar:                   Hotel Casa Blanca 5a. Avenida Sur # 13, La Antigua Guatemala
Conferencista:     Dra.  Elizabeth Bocaletti 

Costo:                  Q 40.00


NO TE LO PIERDAS !!!