lunes, 2 de septiembre de 2019

MUJERES FLORECIENDO


Todo tiene su tiempo y todo bajo el cielo tiene su hora. Las estaciones traen cada una su propósito, el invierno nos trae la lluvia que riega y refresca la tierra, el verano nos permite recibir los productos de la tierra, y la primavera es una bella transición de preparación para el fruto.  La vida misma es cíclica y las estaciones marcan un nuevo proceso en la vida, con la intención de dejar su aroma y su sabor.  Nuestras vidas funcionan en temporadas, pero al final el propósito es que demos fruto, pero para dar fruto es necesario florecer.  La flor es la preparación para el fruto.  Una mujer que florece esta lista para dar fruto, esta fértil, está viva y nutrida.  No te afanes si el fruto se retrasa, el tiempo vendrá cuando el fruto solo y sin mayor esfuerzo brotará, pero debes asegurarte que estas floreciendo, porque si no floreces no darás fruto.  Una mujer que florece, es una mujer que su fe la sostiene y a pesar de las dificultades puede sonreír, una mujer que aun en medio del desierto se mantiene en pie, aun arrastrando los pies, continúa caminando hacia su destino.  Una vida fundada en Jesús, estará verde en cualquier temporada, y lista para florecer.

“Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.”   Salmos 52:8