La complejidad del pensamiento de una persona es determinada por el contexto donde creció y sus experiencias en la vida. Las mujeres que han tenido que luchar por conseguir una posición o un título, enfrentando muchas adversidades tienen el peligro de volverse egoístas, controladoras y complicadas. Estas tienen pensamientos muy perfeccionistas y quieren que todos a su alrededor se adapten a ellas, esa actitud en vez de ayudar a resolver un asunto que parece sencillo, lo hace más difícil.
Una persona complicada utiliza una estructura
de pensamiento rígido y si a este le agrega emociones a las cosas se pueden
convertir en un verdadero caos. Las
personas que viven o trabajan alrededor de una mujer complicada sufren mucho,
porque no logran entender y adaptarse a sistemas confusos y cambiantes. Por ello es necesario notar y aprende que las
mujeres han sido diseñadas con una estructura de pensamiento complicada, esto les permite discernir y razonar en
formas complejas. Un problema de la vida, puede ser visto desde muchos
ángulos, y pueden crear miles de
escenarios de lo que podría pasar. Sobre
todo una mujer inteligente, quien generalmente es más complicada en su estructura de pensamiento, aunque puede
contribuir mucho a resolver un problema, por lo que es necesario aprender a
escucharla.
Nadie disfrutará estar al
lado de una mujer complicada, y puede
volver un desastre el medio ambiente en que se relaciona. Muchas mujeres ni
siquiera se aguantan a sí mismas. Una
vida complicada es desgastante y agotadora, cada persona es responsable de su comportamiento
y su actitud frente a la vida, volver su mirada a Dios puede cambiar de repente
todas las perspectivas en la vida, su vida se ordena, se vuelve sencilla y
encontrará descanso!
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar” Mateo 11:28
