La hermosura es un
regalo de Dios. Dios creo a la mujer
hermosa, no hay ninguna mujer fea todas son hermosas, todas son creación de
Dios. Entonces en qué momento se perdió
la hermos
ura, ya que es imposible negar que existen mujeres no tan hermosas. Lo que sucede es que la belleza se cultiva, no
hay rasgos feos, pero hay pelos descuidados, cuerpos descuidados, piel y uñas
maltratadas. Las mujeres feas no existen, pero si hay las que descuidaron su
hermosura, las que dejaron que el tiempo y las adversidades arrastraran con su
belleza. Una mujer hermosa invierte en
ella misma, cuida sus manos y vela por sus uñas, se pone tratamientos en el
cabello y se hace un corte cuando es necesario, sin invertir demasiado y sin
exageración, pero cuida de su imagen. Una
mujer hermosa es el resultado del cuidado esmerado de todo su ser externo e
interno. Es cierto que la belleza se ve
reflejada en la imagen externa, pero también es cierto que la belleza empieza
en el interior. Así como te esfuerzas
por cuidar la belleza exterior debes también de cuidar la belleza
interior. “El corazón alegre hermosea el
rostro” así lo dice la biblia. Aunque un día decidas no ponerte maquillaje, no
hay un solo día para descuidar tu belleza interior, para esto no hay
vacaciones. Mientras más hermosa estés
por adentro, más pura y bella estarás por fuera, tu rostro será dulce, tu
sonrisa será genuina, y tu hablar será delicado. Es muy agradable estar cerca a una mujer
hermosa, que es llena de gracia y elegancia.
Hacerte una mujer hermosa es idea de Dios, que tal si te alineas con su
voluntad y cultivas esa hermosura que Él ha puesto en ti. Cuida de tu imagen
exterior has todo lo posible por estar arreglada y bella, pero invierte sin
detenerte en cuidar tu ser interior, donde radica la esencia para ser
verdaderamente ¡una mujer hermosa!
“Engañosa es
la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.” Proverbios 31:30
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