martes, 17 de junio de 2014

MUJERES DE VANGUARDIA



Son la minoría,  pero las hay.  Son mujeres que se atreven y toman  el riesgo de ir a la vanguardia, abren brecha en la lucha contra las tradiciones, se deciden por la verdad, sin importar que otros les den su visto bueno. Estar a la vanguardia es estar adelante que otros, el significado original de vanguardia hace referencia a la parte de una fuerza armada que va delante del cuerpo principal. La vanguardia está constituida por las primeras líneas de la formación de combate.  Las mujeres que se atreven a ser diferentes y no seguir la corriente que domina en la sociedad, son mujeres de vanguardia.   Las mujeres que se atreven a ir a la vanguardia se exponen a veces a la burla de sus amigas y  sus familiares;  las mujeres de vanguardia casi siempre reciben rechazo por parte de los que son tradicionalistas, a pesar de eso son valientes y permanecen.   Por  esta razón no es fácil ser una mujer de vanguardia, pero se hace necesario,  si quieres ver lo bueno que tiene Dios para ti, tienes que renovarte.  La Biblia nos dice que no nos conformemos al pensamiento de este mundo,  que nos esforcemos por ser renovadas  en nuestra forma de pensar, Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.   Muchas mujeres aun no han comprobado la buena voluntad de Dios para sus vidas, que es agradable y perfecta,  sencillamente porque quieren seguir haciendo y viviendo lo mismo.   Para ser mujer de vanguardia,  que se atreve a ser diferente, necesitas empezar por los pensamientos.  Es solamente cambiando la manera de pensar, que cambiara tu manera de vivir.  Si quieres vivir siempre en lo mismo, las mismas peleas, las mismas formas de ver la vida,  la misma poca fe, y poca esperanza difícilmente podrás ver las grandes y maravillosas promesas que Dios tiene para ti,  la clave está en renovarte.  La clave está en atreverte,  Dios quiere que tú lo compruebes por ti misma,  cuando le crees a Dios, las cosas cambian. Cuando obedeces su palabra tu vida va a ser reafirmada,  tu vida va a ser trasformada.   Pero para poder creerle a Dios,  debes de cambiar como piensas hoy,  debes  atreverte a  pensar diferente,  ¿te van a rechazar?  quizás;  ¿se van a burlar? probablemente;  pero nada de eso detiene a la mujer valiente, que se atreve a ir en las primeras filas y abrir camino donde no lo hay.  Dios anhela ver mujeres valientes que se levantan a creerle a Él y desafiar a su generación con tal de mostrarles las grandes maravillas que Dios tiene para sus familias y para su futuro.  Atrévete, se una de esas mujeres de vanguardia!



“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” Eclesiastés 12:13



MADRES GUERRERAS

Madres Guerreras mayo 2014.jpgLas madres de todas las especies animales tienen por instinto un mecanismo de lucha y protección por sus crías.  Puedes ver imágenes de cómo los animales hembras de diferentes especies arriesgan su vida por defender a sus  crías, es como tener incorporado un chip de defensa por su descendencia.   Este sistema de defensa  tiene la finalidad de preservar la vida de dicha especie.  Es impresionante ver a un antílope pelear contra un grupo grande de hienas feroces,  que arremeten contra la cría pequeñita de la hembra antílope,  o un puma hembra pelear contra un oso tres veces su tamaño cuando  ataca su cría. Los animales arriesgan su vida por defender a sus crías,  no piensan en su comodidad,  no se conforman con ver como el adversario es tan grande y temerario por lo cual decir “mi causa está perdida, mejor huyo, abandonando a mi cría” No, nunca dirían eso.  No importa lo imposible que sea su causa,  la meta es sobrevivir ella y su cría.   Los seres humanos somos iguales, no nos vayan a tocar a nuestros hijos porque sacamos las armas que tengamos para defenderles.  Somos por instinto Madres Guerreras, como los animales.  La diferencia está en las armas que usamos para defender a nuestros hijos e  hijas. Si tenemos armas carnales y humanas en nuestro arsenal esas usaremos,  pero si tenemos armas espirituales y  poderosas en Dios, esas armas son nuestro mejor recurso para obtener la victoria. A las madres no les importa arriesgar su vida misma por proteger a su descendencia.  Sin embargo hay madres que se cansan de luchar y orar por sus hijos,  se debilitan y  claudican en su empresa de defender y proteger.  Por la falta de fe, corren el peligro que se les debiliten las manos y dejen  de ser madres guerreras.Una de las consecuencias de alejarse de Dios es que las manos se cansen de interceder y velar por sus hijos, como lo describe la Palabra de Dios, en Deuteronomio 28:32 “Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.”    Lo cual indica que no es suficiente suspirar por un hijo que se marchó de casa, o que le va mal en la escuela, o que no ve la provisión de Dios,  suspirar y desear  no basta.  Quejarse y angustiarse tampoco son efectivos,  lo único que puede traer esperanza es fortalecerte en Dios, guerrear y pararte en la brecha por la vida de tus hijos e hijas.   Dios está levantando madres que se arriesguen,  madres diligentes,  madres valientes que guerreen y peleen la batalla en los ambientes espirituales, para mudar los cielos a favor de sus hijos e hijas.   La debilidad y el desánimo,  serán siempre un oponente diario,  mientras que la obediencia a Dios y la búsqueda continua de  Dios te llevaran a creer en Sus promesas,  eso animará tu fe y te fortalecerán para que cumplas con tu papel de madre que protege y defiende.  Dios te llama a clamar de día y de noche por la vida de tus hijos e hijas,  te llama a ser esforzada  y atrevida,  a ser una madre guerrera que sabe usar las armas que Dios te ha provisto: la oración, el ayuno, y la Palabra de Dios.   Atrévete a ser valiente, atrévete  a ser  una Madre de Guerra que sabe el poder que  hay en el nombre de Jesús y va segura a obtener la victoria!

“Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos.” Lamentaciones 2:19