¨Vale más prevenir que lamentar” es uno de los dichos más comunes en nuestro medio popular. Todas lo saben y todas lo repiten. ¿Pero cuánto de verdad hay en este dicho popular? Prevenir o ser previsoras requiere de mucha energía y mucha disciplina, una no puede ser tan super-lista que esté prevenida para todas las circunstancias, pero tampoco puede ser tan descuidada que no prepare con anticipación lo básico para su sobrevivencia.
Ser previsora o prevenir quiere decir según el diccionario: Preparar y disponer con anticipación lo necesario para un fin. Preparar lo necesario, una mujer debe saber primero que es o será lo necesario para un evento. Evento tan simple como ir de día de campo, requiere que lleve unas galletas para el camino, seguramente un bote de agua, talvez unos fósforos, una canasta, una bolsa para basura… etc. La lista puede ser interminable si tú no sabes a dónde vas y cómo son las circunstancias. Hay mujeres muy previsoras que piensan en todo y siempre sorprenden a los demás con pequeños detalles en los que se prepararon. Pero también hay muchas mujeres que son tan descuidadas que olvidan traer las llaves de la casa, la sombrilla, el bolso y algunas veces hasta el bebe. La Biblia nos relata en Mateo 25:1-13, la historia de diez mujeres, cinco eran previsoras y cinco vivían su vida más “light”, por allí vamos a encontrar que comer, o por allí alguien nos regalará de su aceite, se decían seguramente. Las diez esperaban la llegada del novio a la fiesta de bodas, pero las cinco descuidadas olvidaron traer aceite extra para sus lámparas, y no podían estar en la espera sin sus lámparas encendidas, por lo que volvieron para ir a buscar más aceite, y en ese momento lo más importante de la fiesta sucedió, el novio vino y las puertas de la fiesta se cerraron. Para estas mujeres un pequeño descuido les costo toda la fiesta. No podemos caminar por la vida sin estar previniendo para nuestro diario vivir, un pequeño descuido nos podría costar muy caro. Un ahorro para una medicina, nos puede sacar de apuros, un poco de granos extras en casa, o azúcar, nos alivia en tiempo de escasez. Un poco de entrenamiento del corazón para tiempos de soledad, o una pizca de sabiduría para poder callar cuando nos ofenden. Todo eso es estar preparada, la mujer de Dios debe encaminarse a la perfección y eso requiere preparación. Eso requiere ser previsora, tomas unos cursos extras de computación, o unas clases de inglés, o un curso más de la universidad o aprende una habilidad nueva: cocinar, tejer, o pintar. Que la vida no nos encuentre desprevenidas. ¿Ya preparaste y previniste para la vida eterna, sabes cuando ese día llegue como te encontrarás delante de Dios? No descuides lo básico en tu vida, tu vida espiritual debe ser tu prioridad!
Ser previsora o prevenir quiere decir según el diccionario: Preparar y disponer con anticipación lo necesario para un fin. Preparar lo necesario, una mujer debe saber primero que es o será lo necesario para un evento. Evento tan simple como ir de día de campo, requiere que lleve unas galletas para el camino, seguramente un bote de agua, talvez unos fósforos, una canasta, una bolsa para basura… etc. La lista puede ser interminable si tú no sabes a dónde vas y cómo son las circunstancias. Hay mujeres muy previsoras que piensan en todo y siempre sorprenden a los demás con pequeños detalles en los que se prepararon. Pero también hay muchas mujeres que son tan descuidadas que olvidan traer las llaves de la casa, la sombrilla, el bolso y algunas veces hasta el bebe. La Biblia nos relata en Mateo 25:1-13, la historia de diez mujeres, cinco eran previsoras y cinco vivían su vida más “light”, por allí vamos a encontrar que comer, o por allí alguien nos regalará de su aceite, se decían seguramente. Las diez esperaban la llegada del novio a la fiesta de bodas, pero las cinco descuidadas olvidaron traer aceite extra para sus lámparas, y no podían estar en la espera sin sus lámparas encendidas, por lo que volvieron para ir a buscar más aceite, y en ese momento lo más importante de la fiesta sucedió, el novio vino y las puertas de la fiesta se cerraron. Para estas mujeres un pequeño descuido les costo toda la fiesta. No podemos caminar por la vida sin estar previniendo para nuestro diario vivir, un pequeño descuido nos podría costar muy caro. Un ahorro para una medicina, nos puede sacar de apuros, un poco de granos extras en casa, o azúcar, nos alivia en tiempo de escasez. Un poco de entrenamiento del corazón para tiempos de soledad, o una pizca de sabiduría para poder callar cuando nos ofenden. Todo eso es estar preparada, la mujer de Dios debe encaminarse a la perfección y eso requiere preparación. Eso requiere ser previsora, tomas unos cursos extras de computación, o unas clases de inglés, o un curso más de la universidad o aprende una habilidad nueva: cocinar, tejer, o pintar. Que la vida no nos encuentre desprevenidas. ¿Ya preparaste y previniste para la vida eterna, sabes cuando ese día llegue como te encontrarás delante de Dios? No descuides lo básico en tu vida, tu vida espiritual debe ser tu prioridad!
“A fin de que el hombre [-mujer-] de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2ª. Timoteo 3:17
TEMA: Mujeres Previsoras
FECHA: Sábado 27 Febrero 2010
FECHA: Sábado 27 Febrero 2010
LUGAR: Hotel Camino Real Antigua, 7a. calle poniente # 33B, La Antigua Guatemala
HORA: 8:00 AM
HORA: 8:00 AM
NO TE LO PIERDAS !!! Y RECUERDA DE TRAER
UNA INVITADA QUE AUN NO CONOCE DE DIOS.
Te recordamos que nuestra nueva sede es
HOTEL CAMINO REAL ANTIGUA
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