Dios es un Dios de Pactos, todo lo que encontramos en la Biblia nos recuerda que Dios se comprometía con su pueblo, con sus escogidos. Siempre empeño su palabra para dar al hombre y la mujer la certeza que cumpliría lo que prometía. Por ese mismo compromiso de Dios con su pueblo, El espera que los que se comprometen con El, lo hagan de verdad y cumplan su compromiso.
Las mujeres apreciamos mucho cuando una persona nos promete o se compromete con nosotras a algo. Siempre estamos a la expectativa y esperando el cumplimiento de lo ofrecido. Igual que el matrimonio, cuando se nos dijo “te seré fiel hasta la muerte”; eso es lo que esperamos fidelidad. Una traición de algo prometido es una tragedia para nosotras. Cuantas relaciones han sido rotas, por no guardar el pacto. Un pacto, no es lo mismo que un contrato, un contrato tiene cláusulas de responsabilidades y derechos, tiene un respaldo legal que puede ser avalado y cancelado por un notario. Mientras que el pacto implica un compromiso de trascendencia espiritual, que no puede ser quebrantado sin que tenga consecuencias. Cumplir con el pacto, va más allá de las fuerzas de una persona, va más allá de los deseos o la comodidad. Por eso dice la palabra de Dios que no nos apresuremos a prometer algo, si no vamos a poder cumplirlo. Cuando estas tentada a hacer alguna promesa a Dios piénsalo dos veces, para medir tus fuerzas y medir tu disposición. Pero si hiciese ya una promesa, te es necesario cumplirla, Dios espera que lo cumplas.
Dios busca mujeres de palabra, de pacto. Mujeres en las que se pueda confiar, que si ofrecieron hacer algo, lo cumplan. Puede que tú hayas prometido servir a Dios en alguna área específica, pero haz tenido muchos contratiempos, muchas circunstancias adversas que te justifican. Sin embargo Dios te demandará aquello para lo que te comprometiste. Si te comprometiste a seguirle a El, y haz fallado, retoma tu posición de compromiso nuevamente y se fiel.
Hay innumerables promesas de Dios en la Biblia, promesas para tí y para mí. Promesas de bien, de bendiciones, de abundancia y de paz. Todas esas promesas son para que las tomemos y las hagamos nuestras, Dios no se echara para atrás. Dios cumple sus promesas, porque todas sus promesas son “en El Si y en El amen”. Dios cumplirá lo que ha dicho y espera de ti, que hagas lo mismo. ¿Estas tu cumpliendo lo que prometiste hacer?
Las mujeres apreciamos mucho cuando una persona nos promete o se compromete con nosotras a algo. Siempre estamos a la expectativa y esperando el cumplimiento de lo ofrecido. Igual que el matrimonio, cuando se nos dijo “te seré fiel hasta la muerte”; eso es lo que esperamos fidelidad. Una traición de algo prometido es una tragedia para nosotras. Cuantas relaciones han sido rotas, por no guardar el pacto. Un pacto, no es lo mismo que un contrato, un contrato tiene cláusulas de responsabilidades y derechos, tiene un respaldo legal que puede ser avalado y cancelado por un notario. Mientras que el pacto implica un compromiso de trascendencia espiritual, que no puede ser quebrantado sin que tenga consecuencias. Cumplir con el pacto, va más allá de las fuerzas de una persona, va más allá de los deseos o la comodidad. Por eso dice la palabra de Dios que no nos apresuremos a prometer algo, si no vamos a poder cumplirlo. Cuando estas tentada a hacer alguna promesa a Dios piénsalo dos veces, para medir tus fuerzas y medir tu disposición. Pero si hiciese ya una promesa, te es necesario cumplirla, Dios espera que lo cumplas.
Dios busca mujeres de palabra, de pacto. Mujeres en las que se pueda confiar, que si ofrecieron hacer algo, lo cumplan. Puede que tú hayas prometido servir a Dios en alguna área específica, pero haz tenido muchos contratiempos, muchas circunstancias adversas que te justifican. Sin embargo Dios te demandará aquello para lo que te comprometiste. Si te comprometiste a seguirle a El, y haz fallado, retoma tu posición de compromiso nuevamente y se fiel.
Hay innumerables promesas de Dios en la Biblia, promesas para tí y para mí. Promesas de bien, de bendiciones, de abundancia y de paz. Todas esas promesas son para que las tomemos y las hagamos nuestras, Dios no se echara para atrás. Dios cumple sus promesas, porque todas sus promesas son “en El Si y en El amen”. Dios cumplirá lo que ha dicho y espera de ti, que hagas lo mismo. ¿Estas tu cumpliendo lo que prometiste hacer?
“He aquí yo establezco mi Pacto con vosotros y con vuestros descendientes después de vosotros.”
Génesis 9:9
Génesis 9:9
TEMA: Mujeres de Pactos
FECHA: Sábado 24 Abril 2010Hotel Camino Real Antigua, 7a. calle poniente # 33B, La Antigua Guatemala
HORA: 8:00 AM
CONFERENCISTA: Elizabeth Bocaletti
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y recuerda de traer una invitada que aún no conoce de Dios
Favor tomar nota de la nueva sede: HOTEL CAMINO REAL ANTIGUA